Como explicarlo, íbamos en el tranvía camino de la universidad para buscar pisos, pero no teníamos cambio para pagar el billete, el conductor paró el tranvía dos veces, pero no para echarnos, si no para ayudarnos... entonces Paul, al cual le habíamos pedido cambio, nos condujo a una librería donde los estudiantes cuelgan los carteles de pisos. Cual fue nuestro asombró cuando a los 5 minutos reapareció con su mujer, Marie, para invitarnos a pasar una semana en su casa hasta que nos organizáramos en Australia. Todos nos quedamos boquiabiertos!!! pero aun así en 5h los estábamos llamando para que nos diría la dirección y quedar con Paul al día siguiente. A las 16.30h estábamos clavados como un reloj en la puerta de su oficina, nada más y nada menos que la planta 29 de un rascacielos en el centro de Melbourne. De repente aparecimos tres españoles, con la única ropa de invierno puesta desde hace dos días con unos mochilones increíbles, en un edificio de abogados, jueces, y todo tipo de gente enchaquetada!! nos recibió Paul y nos llevó a ver las impresionantes vistas que hay desde su oficina.
Al llegar a su casa, el mejor barrio de todo Melbourne, entramos en una mansión, donde teníamos una planta para nosotros solos. Increíble!! y allí estaba Marie y Susan (hermana de Paul) recibiéndonos con las manos abiertas y la mesa puesta!! con un olor, ufff!! han sido unos días... comiendo tarta de zanahorias, durmiendo en colchones de látex... vamos mu mal,jejejeje
llegasteis al paraiso lo malo es que solo os a durado una semana ahora vuelta a la realidad
ResponderEliminarY como decía mi cuñao...cada vez es más barato dormir, ya dormís en colchon de latex en una masión y sin pagar en un continente carisimo, vaya el bungalow de 16 euros la noche es caro al lado de esto.
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