WELLCOME FLAT. 8 Y 9 DE SEPTIEMBRE

Después de nuestra gran experiencia en los glaciares creímos necesario un pequeño descanso en unas termas naturales que están en el fondo de un valle rodeadas de montañas nevadas. Lo que pensamos sería una aproximación sencilla, 16km, se convirtió en un sendero digno de “Apocalipsis Now”, tanto por la dureza como por los paisajes selváticos. Lo que en principio proponían como 7h logramos hacer en 4h30... si es que nos picamos hasta con nuestra sombra. Más aún si nos cruzamos con otros senderistas y nos dicen que nos va a costar bajar de 6h30... el camino no tenía desperdicio atravesamos bosques tropicales invernales, ríos de aguas azul turquesa y puentes colgantes a través de los cuales veías la nieve derretirse en riachuelos que confluían con el gran río, ciénagas... pero ni ratro de los Kiwis.
Tras cruzar varios valles llegamos a Wellcome Flat, un refugio de montaña que durante dos días se convirtió en nuestro hotelito privado, ya que estábamos solitos. A tan solo 100m del refugio estan las pozas de agua caliente que varían desde los 35ºC hasta los 50ºC... y para bajar los humos rápidamente al río que viene directo de los glaciares.
Total que estuvimos dos días metidos en las pozas, os podéis imaginar, salimos como los garbanzos del puchero.
Por la tarde, nada más levantarnos, Yoli celebró su cumpleaños con un baño de buenos días y antes de comer... descorchamos una botellita de vino y brindamos por el cumple de Yoli, en remojo otra vez y con la tension por los suelos, menos mal que teníamos el rio congelado para hacernos revivir.
El único pero que podemos poner son la “Sandflies”, versión Kiwi de los mosquitos, que se pusieron las botas con nuestras sangres latinas, al final parecíamos dálmatas de las picaduras que teníamos.
Al llegar a nuestra casita de lujo (la furgo) hicimos una cenita para remontar fuerzas por el camino de vuelta