ETAPA 35 DE MELBOURNE A BYRON Y TIRO POR QUE ME TOCA

Mi semanita en Melbourne junto a Vio a sido... tranquila, por las mañanitas a correr y luego a currar un poco (os lo juro, pero tampoco demasiado que si no me estreso, jejejeje). Por la tarde otra vez a correr a la playa con Vio, así que parecía Forest Gump, corriendo todo el día con las barbas... De paso he aprovechado para ver a mi amigo Juan, que fue mi primer compañero en un a carrera de esquí de montaña y como la Granja está muy lejos de Madrid hemos decidido quedar en Melbourne... La verdad es que estuvo gracioso, tomamos unas birras, perseguimos unos posums... lo de siempre.
Para continuar el camino de Forest, el Jueves que tenía que coger el bus para el Aeropuerto a las 5:35 me desperté a las 5:45... hay otro a las 6:00, coge la bici, sin casco, sin luces, saltándome todos los semáforos... para cuando llego a la estación de tren las 6:00, veo el bus irse mientras cierro el candado... lo persigo durante... no serían más de 500m pero para mí fue la maratón... ahora tenía que llegar antes de las 6:30 para que no me cerrasen el embarque... 6:24 llegamos a la primera terminal que no es la mía, pero pinta bien, al salir nos quedamos atrapados entre taxis... a las 6:29 llego al ordenador y consigo la tarjeta de embarque... para entonces tenía más adrenalina en la sangre que en todas las carreras de esquí de montaña juntas.
Total que llegué justo para ir directo al mercado de granjeros y tomarme el ya tradicional chocolate de los Jueves, allí me encontré a Yoli y toda su tropa de Japos dando su clase de inglés sentados en una mesa con un café en el mercado.
El Viernes me fuí con un amigo neozelandés a echarle un cable con un grupo de bicicleteros a guiarlos por un parque nacional que hay por aquí cerca. Como estaba cayendo la del pulpo nos avisaron que tuviésemos cuidado con las sanguijuelas... jejeje vaya bromas se gasta el colega para darle salsa a la excursión... hasta que me quité la primera trepándome por la pierna!!!
En fin, la excursión fue un éxito y una pasada, pedaleando por la jungla con barro hasta los tobillos, nos pusimos como niños pequeños...
A mi regreso nos fuimos directos a escuchar música en directo por los bares de Byron acompañados de una horda de Japoneses que frieron a los cantantes a fotos.